Una educación no sexista no es un antojo personal, está recogido por LEY que debemos trabajar desde las escuelas por una educación integral en la que niños y niñas se sientan libres de ser quiénes son, sin roles, ni estereotipos.
Pues bien. Pese a estar recogido como obligación y competencia docente, no conozco a ninguna profesora ni a ningún profesor de Educación Infantil / Primaria que realmente eduque en la igualdad de género. De hecho, ninguno/a sabe lo que es la coeducación (educación en igualdad de género que implica una actividad constante en las aulas y una formación sobre el tema por parte del profesorado).
Hace unos días, en el colegio en el que estoy, me dirigí a la «coordinadora» de coeducación del centro para preguntarle en qué consistía su labor. Me dijo que ella no tenía ni idea del tema, que había tomado el cargo para sumar puntos y me pidió que le diese yo el material (sin interés ninguno en aprender).
¿Cómo no se puede tener ni idea de cómo trabajar sin discriminación de género? ¿Cómo pueden optar a ese cargo personas que no saben del tema y no muestran ni el más mínimo interés en conocerlo o leer sobre ello? y lo más curioso: ¿cómo pueden tener plaza y ser profesores/as personas sin formación mínima en temas tan relevantes?
Añado además aquí una conversación entre DOS maestras que trabajan en mi centro y que escuché por casualidad (quedando indignada de que personas así se encarguen de la educación de niños y niñas):
Profesora 1: Este año le voy a regalar por Reyes a mi hijo un ordenador pequeño de esos porque coge el de la hermana.
Profesora 2: ¿Y qué pasa si coge el de la hermana?
Profesora 1: Pues que el de la hermana es rosa y se me va a «amariconar», el pobre con dos años se merece juguetes de machote.
Profesora 2: Claro, claro.
Y son dos profesoras con sus plazas respectivas. Que cada día imparten clases a niños y a niñas, que cada día delimitan lo que deben hacer los varones y lo que deben hacer las niñas. Que cada día critican a las niñas más activas y critican a los niños con cierta sensibilidad hacia tareas supuestamente femeninas. Y como ellas la gran mayoría.
Y mientras esto sucede… El mundo sigue sorprendiéndose de cada mujer asesinada a manos de su marido o ex marido, o de que aún sigan siendo las mujeres quiénes asumen todas las tareas domésticas, o de que sencillamente se siga perpetuando esta discriminación.
Caminos del Espejo 
Yo tengo suerte y sí conozco profesoras de educación infantil que coeducan y da gusto, la verdad. Ojalá todo el profesorado estuviéramos en esa labor ¿verdad? Por cierto, es tan de ley la coeducación que hay tres leyes orgánicas que la recogen y avalan, casi nada.
Hola Marcela,
muchas gracias por tu comentario!!! Pues si, da gusto cuando encuentras a docentes que educan en la igualdad y sin discriminaciones, pero se da en pocas ocasiones.
Un saludo!
Puf… menudo panorama. Lo de la coordinadora de coeducación me ha llegado al alma, ¿cómo se puede permitir semejante despropósito? En fin, el apasionante mundo de la administración. Nunca sé si es mejor dejar de extrañarme… o seguir en la brecha de la indigación constante.