Midnight in París

Estoy pensando muy seriamente en crear un blog/espacio para hablar exclusivamente de cine y literatura. Ultimamente he reflexionado sobre mis distintas pasiones/aficiones y siento que tengo muchas ideas y demasiadas pasiones, el cine, los libros, la fotografía, los distintos movimientos que batallan contra diversas discriminaciones, la música…

He bebido cine desde que abrí los ojos. Era bien pequeña y mis padres ya me ponía cientos de películas en versión original, y yo quedaba embelesada, inmersa en historias ajenas, enamorándome de actores y actrices (admiraba a muchas más actrices que actores), sensibilizándome ante otras problemáticas…

Esta noche hemos ido a ver «Midnight in París» de mi querido-adorado Woody Allen, y me ha encantado. La trama me ha resultado original, divertida, interesante… Ingeniosa, como siempre. Pero también es fascinante el paisaje embriagador que envuelve la historia, París. París, tan magnánima, mágica, intrigante, carismática. La Torre Eiffel, vigilando la ciudad de la luz y del amor, delineándose entre las líneas de un guión maravilloso… Los cafés y boulevares, que se derraman por las esquinas de una ciudad que imana elegancia y emociones desmedidas.

Siempre he estado enamorada de París, he ido más de una vez, e iré más veces de las que ahora consigo imaginar, porque me siento integrada en esa aureola de magia, belleza, de historia  y monumentos intensamente hermosos…

Allen elige este rincón del Universo como escenario de una historia que roza casi el surrealismo, pero me quedo con la fotografía, con la música, con la trama y con la dulce visión del amor que ofrece.